Jair Bolsonaro: "Brasil no puede ser un paraíso para el turismo gay, tenemos familias"
La polémica afirmación del presidente ultraderechista generó críticas de diversos sectores del gigante suramericano.
Una vez más el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, generó polémica por su conocida postura homofóbica. En esta ocasión, tras asegurar que su país no puede ser “un paraíso para el turismo gay”, señaló: “Si quieres tener sexo con una mujer, adelante”.
“No podemos dejar que este lugar sea conocido como un paraíso para el turismo gay. Tenemos familias", sostuvo.
La afirmación de Bolsonaro no pasó desapercibida y generó una fuerte condena. Un congresista de Río de Janeiro, David Miranda, aseguró a The Guardian: "Esto no es un jefe de Estado, es una desgracia nacional. Está manchando la imagen de nuestro país de todas las formas imaginables".
Asimismo, Jean Wyllys, un destacado activista LGTB, advirtió que este tipo de comentarios “incitan al odio”.
Bolsonaro, que en un momento llegó a decir que es "homófobo y orgulloso de serlo", suele hacer este tipo de afirmaciones polémicas. De hecho, en algún momento aseguró que “no podría amar a un hijo homosexual. Prefiero que se muera en un accidente”.
Pánico y muertes en la comunidad LGTBI brasileña
Recientemente, la directora ejecutiva en Portugal de la Asociación Internacional de Gays y Lesbianas (ILGA, por sus siglas en inglés), Marta Ramos, aseguró que en Brasil se vive un “drama”. “Hay un pánico instalado”, dijo y resaltó: “Cualquier persona LGTBI se siente insegura”.
Ramos aseguró que su volumen de trabajo se incrementó recientemente en dos momentos claves: el pasado verano, "preelecciones" de Brasil, y en enero, "desde la toma de posesión del nuevo gobierno", dirigido por el ultraderechista. Es que muchos, precisó, quieren abandonar al país de Bolsonaro.
"Tenemos muchos casos de personas que se sienten rehenes en su propia casa porque todo el espacio público es peligroso. Porque pintaron sus casas con insultos homofóbicos o transfóbicos, porque hubo constantemente insultos en la calle sin que nadie los defienda", contó.
Otros casos más específicos hablan de acoso laboral por su condición sexual. "Algunos pertenecen a una universidad donde siempre hicieron su trabajo, daban clase o investigaban y ahora empiezan a ser presionados, no pueden hablar de algunas temáticas, no pueden hacer investigación en algunas áreas, comenzaron a sufrir bullying y persecución por parte de colegas o de alumnos, sin que la institución los defendiese", indicó.
Ramos señaló que, si bien la situación en ese país no es nueva, ahora se sienten más inseguros tras el cambio de gobierno.
"Durante el periodo preelectoral y ahora poselecciones varias personas con cargos públicos o posibles cargos públicos hablaban abiertamente de una forma negativa sobre las personas LGTBI y sus familias, y quienes ya tenían prejuicios de homofobia o transfobia ya no se sienten ilegitimados, ya no se sienten aislados", dijo.
El caso de Wyllys, el diputado gay que renunció
La situación que adquirió mayor visibilidad con la salida del país del diputado homosexual brasileño Jean Wyllys, del izquierdista Partido Socialismo y Libertad (PSOL). El dirigente renunció a su cargo en enero y se marchó por temor ante las continuas amenazas de muerte.
Wyllys dictó hace unas semanas en Lisboa la conferencia "¿Por qué exiliarse de Brasil hoy?", una pregunta para la que cada vez más brasileños parecen encontrar respuesta, a juicio de los testimonios que llegan a ILGA Portugal.
Brasil fue señalada por la ONG brasileña Grupo Gay da Bahia como el Estado donde más miembros de este colectivo se asesina anualmente. En 2018 se contabilizaron 320 homicidios y 100 suicidios, apuntó en su último informe.
En el documento, la organización alertó que, basados en datos de agencias internacionales de derechos humanos, “se matan más homosexuales y transexuales en Brasil que en los 13 países de Oriente y África donde hay pena de muerte contra los LGTBI".